Egun batean
artxiboan, agiri zahar artean, erdi aroan Sakanan Blastegui izeneko herri bat omen zegoela eta, honek, jakingura sortu zidanez,
informazio bila hasi nintzen.
Bildu ditudan
argibide guztiekin, ez dut erlaziorik aurkitu gure Berastegi eta Sakanako Berastegirekin.
XIV. menderarte Berastegik Blastegui izena zuen, eta urteak pasa hala toponimia aldatu zioten.
XIV. menderarte Berastegik Blastegui izena zuen, eta urteak pasa hala toponimia aldatu zioten.
Ez da
Blastegui herriaren aztarnik geratzen, baina,” Berastegiko ama donearen”
baseliza bertan mantentzen da, nahiz eta egoera honean ez egon, abereak egoteko
borda bezala erabitzen delarik.
BERASTEGIKO AMA DONEAREN BASELIZA |
SARRERAKO ARKUAREN EZAUGARRIA |
1.359.urtean
Uharte Arakilen gizarteratu ziren arrazoi defentsiboak zirela eta, Blastegui
herria, Argindoain, Amurgin, Etxabe, Mustillano, Agiri edo Agiregi, Illardia,
Mendikoa, Epeloa, Gatizano eta Urruzegik osatu zuten Uharte Arakil. Luis De
Navarra infantearen eskabidez. Honek, erreinu zarra gobernatu zuen bere anai
Errege zen Carlos II ordezkari bezala hau ez egoteagatik 1.351 eta 1.361 urteen bitartean.
Ez da
gertaera bakarra, Etxarri Aranatzen 1.312.urtean eta Lakuntzan 1.347.urtean
ere, herrialdearen babesa lortzeko gauz bera egin zen. Gaizkileen muga bezala
ezaguna izan zen. Gipuzkoa, Araba eta Duranguesada Castilla aldetik konkistaren
ondorioz, Sakanak, mugan presio handiak jasan zituen. Alde batetik,
Gipuzkoarrak eta Arabarrek abereen lapurretak, bertako nahiz inguruko herriei
eta beste aldetik sortzen ziren gatazkengatik.
Uharte
Arakilen sorrera, ez osatzearren egon zen. Lehen ahalegin
1.356.urtean egin zen. Baina badirudi hiribildu berriko jendetzari agindu
zizkioten lur-sailak ez zizkiotela eman eta hauek berriro beraien herrietara
itzuli zirela. Horrela,
Luis infanteak 1.359.urtean herri guztiak eraitsitzeko agindua eman zuen. Hau
eginik, herrixkako jendearekin herri handi bat sortuarazi zuen gotorleku
moduan.
Nafarroan,
egun haietan lau meridadetan zatituta zegoen; mendiak, Erribera, Lizarra eta
Sanguesa. Mendiko meridadea bi merinoen aginpean zegoen: Ochoa D´ Hurtuya
iparraldekoaren kargu zen eta Lope Garraga meridadean agintzen zuena, hau
bederatzi zatitan zatituta zegoen administrazioetan, oraingo udaletxe
oinarriak.
MENDIETAKO MERIDADE PLANOA |
Honako
laburpen hau Florencio Idoate “ Rincones de la Historia de Navarra “ liburutik
ateratakoa da.
El recibidor de las Montañas se presentó en Huarte con fecha
9 de noviembre de 1355, enviando seguidamente un mensajero a las villas de Blastegi,
Argindoain, Amurgin, Etxabe, Mustillano,
Agiri o Agiregi, Ilardia, Mendikoa, Epeloa, Gatizano y Urruzegi con
orden a sus moradores de presentarse al día siguiente para escuchar las
ordenanzas que había entregado el Infante don Luis a los diputados. Así lo
hicieron, y leídas las mismas, “lis
ficimos –dice el recibidor- facer
sagrament para que nos diesen todos los nombres de los pobladores de las dichas
aldeas que debían venir en la dicha villa d´Ugart”. Luego les mandó
volviesen el 12, “so pena de los cuerpos,
a cognoscer cada uno su casal, et que tornasen cada uno a sus casas”. No
había duda de que el Gobernador estaba decidido firmemente a llevar a cabo su
propósito.
<<Item,
miércoles, 11 días del dicho mes. Limitamos la dicha villa et ordenamos en
eilla tres caylles en luengo et dos en travesó con sus venellas. Et tomamos
plazas para chapitel et fornos del Seynnor Rey, et ficimos 140 casales de cada
15 cobdos en ancho et 30 en luengo, et, algunos más, para facer torres et poner
sus orrios, que ay muchos.
>>Item, jueves,
12 días del dicho mes. Vinieron todos los pobladores de la dicha villa que
deben venir de las dichas aldeas, et fueron clamados por su nombre; et lis
dissimos la manera de la petición de los casales et de la ordenanza de las
caylles ata ora de yantar. Et empués yantar, lis mostramos las cayllet et los
casales, como et en coal manera debían a ser. Et lis demandamos si se pagaban
de la dicha ordenanza et partición. Todos disieron que era muyt bien ordenado.
>>Item,Viernes,
13 día del dicho mes. Vinieron todos a connocer sus casales et lis dimos por
suert a cada aldea en su parroquia, eceptados los que avian sus casas fechas
ante de la ordenanza, los moravan en la villa d´Ugart.
>>Item, Sabado,
14 día del dicho mes. Mientre que ellos
ponían sus mojones entre los casalles, devisamos la tayllada coántas brazas era
et cada coánto lis podría venir et pertigamos por todo alderredor.
>>Item, Lunes,
16 dia del dicho mes. Vinieron todos et lis partimos la dicha tayllada, a cada
uno su part, et lis mandamos so pena de los cuerpos, que ficiese cada uno su
part 12 codos et un fondon 20 cobdos en ancho ata el primero dia de genero
primero verient. Et que luego, en el yvierno en que estamos, tayllasen madera
para facer sus casas. Et qui avia dos o tres o mas casas en dicha villa de los
que poblaban, que reteniesen las milores sendas para si, et las otras que
vendiesen al precio que dizdrian dos carpenteros coanto podría valer la otra
sin el suello, o sinon, que las dichas casas serán perdidas.
A los pocos días, pasaron nuevamente a Huarte, donde
tuvieron que corregir algunas deficiencias y amonestar a los de las aldeas de
Echave y Aguiregui, que dejaron de acudir en su mayor parte “a facer la dicha tayllada”. El 29
regresaron a Plamplona para dar cuenta de su gestión al Infante, quien “ se tuvo por bien pagado de todo lo que era
fecho”, y les ordeno regresar para activar los trabajos.
Estos se paralizaron el 18 de diciembre “por razón de la navidat”. El 3 de enero
siguientevolvieron los diputados, requiriendo ala gente a reanudar las obras,
pues por lo visto mostraban bastante resistencia. El 1º de marzo hablaron con
las “bonas gentes de val d´Araquil”,
requiriéndoles de parte del Gobernador para que ayudasen con sus bestias a los
nuevos pobladores de Ugart, en el acarreo de madera, piedra y teja, a lo que
accedieron “graciosamet”, según la
relación; pero la verdad es que andaban bastante escasos de voluntad.
Al hacer la visita por abril,se encontraron con que los
pobladores estaban muy divididos y con falta de asistencia de sus convecinos.
El descontento iba en aumento y los trabajos llegaron a paralizarse ante el
rumor de haber ordenado el infante “que
fincasen cada uno en sus logares”. Según la relación de los diputados, “eran tanto alborotados, que para todos
había que facer”. Se dirigio un nuevo requirimiento a los moradores de las
aldeas que debían ser abandonadas, para trasladarse “ a facer sus casas con sus ostieyllas et ropas et con todo lo que
avian, ata el tercero dia, o sinon, del dicho dia en adelant, que serian presos
et sus bienes a mano de la Seynnoria”. El apego de la gente a sus antiguos
solares era grande y no se resignaban a dejarlos. Los diputados –para más
obligarles- hicieron el inventario de los bienes de las iglesias, campanas, vestimenta,
libros y cálices “para trayer et facer la
iglesia nueva de Ugart, por tal que oviasen mayor afección de venir a la dicha
villa”.
En julio vemos a los
pobladores quejarse amargamente de que “lis
avíamos fecho venir a la dicha villa
d´Ugart et non avían do plegar sus panes, que lis diésemos eras”. Se
atendió su razonable solicitud y se les hizo también el reparto de huertos. Sin
embargo, las quejas seguían. Los de Huarte pedían campos y viñas, y los otros
protestaban de encontrarse indefensos en las nuevas pueblas. Las razones estratégicas que habían movido al infante para
acabar con las depredaciones de los guipuzcoanos y demás ladrones, no
convencían a los afectados por su decisión.
Pero llegó octubre y don Luis no aparecía por allí, a pesar
de su promesa. En vista de ello, hicieron saber a sus diputados, “que pues que eill non podía venir ata
Ugart por ordinarlis qué vida avían a levar, que fues la su merced et que lis
mandase tornar a cada uno a sus
logares, que non podrían vivir en aqueill logar sin pieza ni sen vinnas”.
El leguaje era fuerte y el príncipe encargó a los comisarios que en tanto
apareciese él, “los confortasen et que
son lis dechasen partir d´ailli”.
Llegaban ya tarde, pues se encontraron con más de la mitad
de la población fugitiva y hubieron de ir a sacarlos casi a la fuerza de sus
antiguas casas, en cuya labor se emplearon 16 días. La vida se había iniciado
en Huarte bajo peores auspicios. El Infante no llegaba nunca, y en abril del
año siguiente (1357) otra vez abandonaron sus nuevos solares, “porque non lis era venido el dicho Infant,
nin lis quería dar tierras en Ugart a los que non avían”.
Se habían declarado en rebeldía abierta y procedia tomar
madidas drásticas para llevar adelante la empresa. En virtud de las órdenes
recibidas, fueron los diputados a las aldeas “et derribaron las casas porque non oviesen cubierto do morar”. No
había disyuntiva y sus habitantes tuvieron que pasar, quieras que no quieras, a
sus nuevos hogares.
De junio es la concordia, que sobre los diezmos de los
lugares agregados o fundidos en la nueva pobla,
se hizo entre la corona y la iglesia de Pamplona. Veamos comó explica el
Infante los fines perseguidos en el preámbulo del documento.
<<…Facemos
saber, que nos, queriendo como a nos pertenece, complacer as cosas comenzadas
por nuestro caro seynnor et hermano, el Rey de Navarra, maorment aqueillos que
son al seguramiento et tranquilidat de sus pueblos, avemos esgoardado con las
gentes del conseyllo del dicho Seynnor Rey et nuestras, todas aquellas vías que
nos an parecido convenibles para que la puebla de la villa de Huart de val de
Araquil sea bienment complescida et la dicha villa así plena de habitantes et
firmada de criazon convenible; que los moradores deilla vivan en seguridat et
puedan a los malfechores qui ata aquí los an agraviado, contrastar et resistir.
Et por esto avemos ordenado que las villas et aldeas de Muztillano, Arguindoayn,
Amurguyn, Echave, Aguiregui, Mendicoa, Epeloa, Vicegui, Blastegui, Illardia et
Catizano et todos los moradores et habitantes deillas, entren en la dicha
puebla et villa de Huart, et que desaqui, ninguno de ellos no habite ni more en
eillas, segunt que esto et otras cosas más plenerament parecen por nuestras
letras del privilegio et erección de la dicha puebla de Huart, otorgadas a los
moradores et pobladores de la dicha villa…>>.
Vienen luego relación de fincas de la misma y arreglo con el
vicario de la villa para compensar de sus pérdidas a los rectores de las aldeas
desaparecidas. El obispo se reservaba el derecho al nombramiento de vicario
perpetuo, previa presentación del Chantre y dos racioneros.
El abad de Ylardia recibía en virtud de esta composición,
como renta vitalicia, 6 cahíces de trigo anuales; el de Blastegui, 24 cahíces,
y otro tanto el de Gatizano. A cambio de los derechos de la Chantría en Huarte
y aldeas, así quedaban resueltos los problemas con la iglesia.
Hubo que hacer también un reajuste de los tributos de los
pobladores al crearse la nueva situación. Los de Blastegui, Mendicoa,
Urricegui, Ireñeta y Aldaba, pagaban 60 libras en total por la llamada cavería de Aldava, pero al Infante –dice
el registro de Comptos de 1362- “los a
quitado de peyta, privilegiados et aforados por el nuevo poblamiento de la
villa de Huart”. A cambio de esto, debían pagar en lo sucesivo 28 libras y
6 sueldos, ya que, además de los intereses de la Corona, estaban de por medio
los de varias órdenes religiosas e hidalgos. El privilegio fue otorgado en 11
de julio de dicho año 59; por otro de 1362, se les libera a los pobladores de
la pecha llamada fonsadera. No
obstante, en el expresado registro de comptos de 1362, aparece como pagadera po
San Miguel esta servidumbre, la misma que se habían comprometido a pagar al ser
aforados. Nada dio el mercadeo este año ni tampoco el chapitel ( lugar de
compra-venta de granos) “porque no es
fecho en cara, et que se facies avría grant expensa et poco provecho”. Los
hornos de pan rendían 15 libras y 52 libras los molinos, trbutados a la villa
por cinco años.
Nafarroko
artxiboan mantentzen diren biztanle ezberdinetan zaharrenak “ Libro del
Monedaje “ eta “ Libros de Fuegos “ dira. Hauek erroldatzeko eta zergak
jartzeko erabili ohi ziren, eta gehienbat hiritar guztien zergak biltzeko. Hau
da 21 bizilagunen erlazioa, “ El Libro del Fuego” 1.350.urtean Blasteguin
bertako herritarrak garai haietan.
Item Miguel Esteuan,
Miguel Xemeniz, mayorales de la vila de Blastegui,
jurados, interogados por la jura que fizieron, manifestaron e amostraron los mantenientes fuego en la dicta
vila de Blastegui de Susso. In primis Miguel
Periz de Echeuerrya; Miguel dicto Yssuste; Pero Miguel de Echeuerrya; Pero Dominguiz d'Acança; Pero
Miguel; Miguel Periz de Susso; Pere Yuaynes;
Pero Miguel d'Amurguin; Pedro d'Arrugaçu; Johan d'Aldaua; Lope de Urrunça; Pascoal Periz; Domingo
Periz de Susso; don Domingo abat d'Aldaua; Maria Xemeniz de Saraue; Ochoa Periz; Pero Sanz; Sancho
Martiniz; Maria Adameyz e Toda
de Uerroa.
Summa XXI e dizen que
son II fuydos.
Uharte Arakil
osatu zuten herri eta herrixka hoietatik Agiri edo Aguiregui-nen aurki
ditzazkegu, elizako paretak eta etxe batzuen aztarnak.
AGIRI ELIZAKO AZTARNAK |
ETXE BATEKO AZTARNAK |
AGIRIKO ITURRIA, ARKAITZEAN ESKUZ LANDUA |